#65: S.O.S.

Este mundo vive uno de sus mejores momentos. Quien no considere esto es alguien que posiblemente no ha sabido apreciar que lujos tales como el papel de baño, la coca cola, el internet o la libertad de expresión, no siempre han estado a mano del ciudadano común, o bien es alguien a quien aún no les son permitidas tan divertidas vanalidades.

Por difícil de creerlo que parezca, aún hay lugares en esta hermosa maquinaria petrolera llamada tierra en los que no es posible alzar la voz frente a injusticias y tener vida para volver a hacerlo. Lugares en los que un ególatra puede debatiblemente entretener a una población ya demasiado burlada por más de un tercio de día. Lugares en donde en base a amenazas es posible mantener un status quo que se resume en mentiras, mentiras que en otros lugares han justificado el abuso y la intromisión de fuerzas externas. Lugares en donde naces condenado a morir por una enfermedad que consume a más de la mitad de sus habitantes. Lugares donde se realizan protestas que sólo pueden ser útiles para acentuar las causas. Lugares en donde jóvenes sin idea de lo que pasa fuera de su ruta de juerga logran captar la atención de todos los afortunados que pueden estar pendientes a ellas, desviando la atención de aquellos mencionados lugares que al menos nuestra atención deberían tener.

He de admitir sin embargo, que nuestra atención vale lo que vale la vida de un iraquí frente a la de un gringo [en mi última cotización un estadounidense valía 6.66 iraquíes]. Nada podemos hacer nosotros: gente sin ideales trascendentes, educados para buscar nuestro propio bienestar, autoesclavizarnos de por vida y egendrar ingratas criaturas similares que nos superen en apatía ante los problemas que azotan a un "resto" del mundo que no existe porque a nadie se le ocurre agarrar un globo terráqueo y tipear par de palabras en google que no incluyan "porno", "dietas" o "top 10". No culpo a nadie realmente... tenemos nuestros problemas, resueltos o no, ¿Para qué joder reclamando cosas que no nos corresponden?

¿A quiénes recurrir cuando nadie te escucha? Luego de dedicar días meditando sobre la solución, se me hizo obvio. La ficción supera a la realidad en cuanto a los valores que mueven nuestra humanidad, ¿Por qué no recurrir a ella en búsqueda de salvación? Si rogamos con fe a esos que han seguido adelante a pesar de los obstáculos, seguro vendrán en nuestra ayuda, y nos enseñarán una que otra cosa que se nos ha olvidado de camino, o que nunca realmente hemos sabido.