Un 25 de diciembre hace un par de miles de años, en un humilde establo de un pueblito de belén, una madre virgen trajo al mundo a un pequeño niño de rizos dorados y ojos de mar que cambiaría la historia en su paso por el mundo. Ese tierno bebé se llamaba Jesús y, 33 años después, con su pasión y muerte nos liberó del pecado y dejó sus enseñanzas de amor y paz de guía para la humanidad hasta su próximo regreso, cuando vendrá en su nave espacial a rescatarnos de las hordas asesinas del ejército del planeta Xebuleukos O12 durante la 5ta Guerra Intersolar del siglo VII después de Obama.
Así, en casual coincidencia con casi todas las celebraciones paganas de celebración del solsticio de invierno en la mayoría de las culturas que fueron conquistadas por el imperio romano, cada año el mundo celebra la natividad de nuestro Señor Jesucristo, evento mejor conocido como la Navidad.
Con el paso de los siglos, numerosas tradiciones de alrededor del globo se han conjugado para hacer de estas fiestas un evento más alegre, mientras de manera simultánea la forma de llevar a cabo la celebración forma parte de la idiosincracia de cada cultura. De esta manera, árboles de navidad, el icónico Santa Claus y su juiciosa dicotomía, dadivosos reyes de oriente y villancicos en mil idiomas se mezclan íntimamente con pasteles en hoja, una pobre vieja llamada Belén y galones de vino moscatel.
Pero sin duda alguna, el elemento básico de las fiestas navideñas es ese delicioso espíritu consumista que llena nuestros corazones y vacía nuestros bolsillos. La única forma de demostrar afecto es mediante lo material, así como que la felicidad personal llega mediante el exceso decadente en alimento y bebida. A final de cuentas, el movimiento económico resultante de tanto gasto revitaliza las economías nacionales para iniciar así un nuevo ciclo de endeudamiento y gasto imprudente.
Este año, sin embargo, el panorama desalienta un poco la fantasía navideña. El 2008 marcará en la historia el punto de quiebre de un sistema económico suicida cuyas secuelas sobrevivirán por bastante más tiempo. Si bien prima la paranoia y se escandaliza la situación un poco fuera de contexto, el mundo económico está en crisis y ni la Navidad podrá escaparse.
En estas tristes fiestas habrá que comer sevruga y descorchar vinos chilenos; organizar modestas soirées de menos de 50 invitados y olvidarse por completo de llegarle a Macy's a hacer las compritas de regalos. Este es un año para la austeridad y la moderación.
Y así, con aciagos presagios navideños, les deseo una feliz navidad y un año nuevo lleno de esperanza y sueños hechos realidad donde los unicornios hacen caminos con sus estelas de estrellas y el amor de Cristo, el niño ninja dios, invada sus corazones. ¡Hasta la próxima!
Así, en casual coincidencia con casi todas las celebraciones paganas de celebración del solsticio de invierno en la mayoría de las culturas que fueron conquistadas por el imperio romano, cada año el mundo celebra la natividad de nuestro Señor Jesucristo, evento mejor conocido como la Navidad.
Con el paso de los siglos, numerosas tradiciones de alrededor del globo se han conjugado para hacer de estas fiestas un evento más alegre, mientras de manera simultánea la forma de llevar a cabo la celebración forma parte de la idiosincracia de cada cultura. De esta manera, árboles de navidad, el icónico Santa Claus y su juiciosa dicotomía, dadivosos reyes de oriente y villancicos en mil idiomas se mezclan íntimamente con pasteles en hoja, una pobre vieja llamada Belén y galones de vino moscatel.
Pero sin duda alguna, el elemento básico de las fiestas navideñas es ese delicioso espíritu consumista que llena nuestros corazones y vacía nuestros bolsillos. La única forma de demostrar afecto es mediante lo material, así como que la felicidad personal llega mediante el exceso decadente en alimento y bebida. A final de cuentas, el movimiento económico resultante de tanto gasto revitaliza las economías nacionales para iniciar así un nuevo ciclo de endeudamiento y gasto imprudente.
Este año, sin embargo, el panorama desalienta un poco la fantasía navideña. El 2008 marcará en la historia el punto de quiebre de un sistema económico suicida cuyas secuelas sobrevivirán por bastante más tiempo. Si bien prima la paranoia y se escandaliza la situación un poco fuera de contexto, el mundo económico está en crisis y ni la Navidad podrá escaparse.
En estas tristes fiestas habrá que comer sevruga y descorchar vinos chilenos; organizar modestas soirées de menos de 50 invitados y olvidarse por completo de llegarle a Macy's a hacer las compritas de regalos. Este es un año para la austeridad y la moderación.
Y así, con aciagos presagios navideños, les deseo una feliz navidad y un año nuevo lleno de esperanza y sueños hechos realidad donde los unicornios hacen caminos con sus estelas de estrellas y el amor de Cristo, el niño ninja dios, invada sus corazones. ¡Hasta la próxima!
9 comentarios:
Te pasas.
"FMI advirtió que ningún país se salvará de la crisis económica" Me dio cosita... argh!
quien diablos eres y q hiciste con oscar? >_____>
otra cosa: mi hijo estamos en republica dominicana asi q olvidate de eso de macy's :D actualiza eso y ponle multicentro la sirena-pola....
yo quiero una barbi, un minene cagon, un tictac, un aro AMARILLO, una bicicleta con canastica, un juego de cocina, unos patine chicago, un juego de maquillaje, una mochila de rosita fresita, unas medias de bolitas con hoyitos para los dedos, un juego de collares de fantasia, un cuaderno de colorear de aladino, la barbie doctora...
Este año me toca dejar reyes, jejeje. Ya te veré metiendo 'embustes' en unos cuantos años a ti también. Creo q voy a dejar un carrito de motor si es q logro salir de tu querido GiveSoap.
me gusta tu blog..
a mi que me regalaras? D:
ya que Santa no me traera nada u__u
creo q santa debe estar flaco ya, de tanto pasar trabajo, pike, desilucion y de todo este anio, asi q no esperen al viejo panzon de barba blanca y larga.......
Yo con q me deje los numeros del loto tengo ^_^
Tú eres lo último....o lo primero?
Por qué le dibujaste al t-shirt como una cara haciendo una sonrisa rara? Hay algún mensaje subliminal ahí?
Feliz año! Un abrazo desde BCN.
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