14.5.07

#32: Twisted

Martes 8 de mayo, Dajabón, República Dominicana [¿O es Haití?]


4:00
Otro día en mi pueblo natal, disfrutando de mis vacaciones. Mami me prepara una batida de zapote con los que me regaló Doña Rosa cuando salí en la mañana a saludar a la gente del pueblo a las que no veía desde hace tiempo, pero que llevo siempre en el corazón.

No puedo estar más feliz. Me encanta mi pueblito y el verde de sus árboles: cambrones aromáticos, robles centenarios, palmas reales llenas de grandeza q se levantan y dan elegancia a nuestro cerúleo cielo libre de impurezas. Salgo a sus calles y recibo la sonrisa afable de mi gente, gente buena que trabaja y lucha por sus sueños, con la sonrisa a flor de piel y el merengue como bandera, gente q disfruta de la mejor cer...

4:30
Mami me manda a recoger la ropa. Al salir al patio noto que está a punto de llover, mejor me apresuro o me mojaré todo. Saludo a Samuel, que me mira desde su casita con alegría. Al bajar, mami le baja el volumen a la canción de la hermana Glenda del cassette que le regalé y me dice que mi hermanita la había llamado y que estaba muy bien ¡Qué Alegría!

5:00
Las hojas de cinc del techo de mi casita producen ese agradable tintineo que me relaja durante las lluvias que refrescan la calenda habitual. Me sorprende que hoy esté granizando y abro la ventanita de mi habitación para contemplar el fenómeno. Pero hoy había algo raro en el cielo... Nubes negras, un perturbador silbido. Mami me dice que cierre la ventana para que no entre más agua.

Ahora estoy aburrido porque se fue la luz. Voy a buscar mi camara y mis dos memory cards de 50 Gb para tomarles fotos a mis gatos para entretenerme. Papi me llama al celular y me dice que le lleve una muestra médica a la clínica para dársela a una excompañera mia que solía burlarse de mí en el cole y ahora tiene 7 hijos con SIDA y sufre de acné severo, [qué mal, pero así es la vida, uno cosecha lo que siembra] Como no soy rencoroso, busco lo que me pidió y me dirijo hacia allá. Se me olvida dejar la cámara en casa, pero no importa, tomaré fotos del paisaje camino a la clínica.

Mi sombrilla apenas aguantaba la fuerza de la lluvia y la brisa. Es en ese momento que me percato de que algo andaba mal. Miré hacia la antena de Codetel, la estructura más alta en todo Dajabón y casi me orino en los pantalones al ver el letrero de la compañía surcando el cielo. Sorprendido, agarro mi cámara y mientras corro la cuadra que me falta para llegar a la clínica de mi padre, tomo fotos del espectáculo macabro que se desarrolla en el centro del pueblo.

Cuando llego frente a la pequeña clínica rural es que lo veo. Una gran sombra amenazadora, algo nunca antes visto por mí y que me provocaba un terror igual de desconocido. Sólo atiné a levantar mi cámara y presionar el disparador como desquiciado.

En ese momento- Fuassssss- una hoja de cinc oxidada me pasó por el frente, casi cortándome. La lluvia y el granizo arreciaban.

-¡Oscar Luis, por aquí!- me grita una señora de voz estridente, no alcanzo a verla por el volumen de agua que caía del cielo y el granizo, que me obligaba a cerrar los ojos para protegerlos y como reflejo al dolor que me causaban esos malditos trozos de hielo al estrellarse contra mí.

Asumí que la voz provenía de la clínica, que estaba a unos metros y comencé a correr. El monstruo grisáceo seguía acercandose hacia mí. Entro a la clínica. Allí están mi padre, una tía y otras personas q no conozco, pero no me da tiempo a reconocer. El tornado ha llegado y ha levantado el modesto edificio desde sus cimientos. Mi padre y mi tía atinan a mantenerse en tierra agarrándose de unos papeles que había en el escritorio, mientras yo me resguardé poniéndome bajo el marco de la puerta, como siempre nos han enseñado.

Aún escucho los gritos de terror de los otros, y sus rostros mientras las tablas los traspasaban llenando la lluvia de un tono carnesí. Aproveché para tomar algunas fotos.

-¡Escapemos!- nos gritó mi papá a mi tía y a mí, mientras nos señalaba su automóvil, ahora disponible por la falta de paredes. En eso, las fuertes brisas levantaron un par de palmeras cocoteras y las lanzaron sobre el carro, que explotó en mil pedazos. El tornado, con sus ojos relucientes de satisfacción, nos tenía ahora acorralados.

La rabia llenaba a mi padre. Buscó la escopeta que tenía guardada en una gaveta del segundo piso y le disparó dos veces al tornado, que evadió los disparos y ahora se dirigía iracundo hacia nosotros.

Mi tía, en silencio, me señaló una cruz que había sido arrastrada cerca de mí por los vientos. La tomé, y de inmediato la pusé frente a nosotros, causando un cambio de dirección del siniestro.

Aprovechamos para correr hacia la casa en búsqueda de seguridad. Los cuerpos de nuestros compueblanos cubrían las calles, mientras el viento aún poseía una fortaleza abrumadora.

Una de mis memory cards estaba en el bolsillo de mi camisa, y salió despedida de repente.

-Lleguen ustedes- les dije a mis compañeros. Tengo que recuperar mi memory card. Hay cosas que no podemos recuperar siempre: nuestras memorias.

Entendieron de inmediato y siguieron su camino. Localicé la memory card a unos metros sobre mí y, saltando desde un árbol que estaba a punto de caer, me levanté por los aires y lo atrapé, casi siendo impactado por una chiva que no había sido bien amarrada y ahora deambulaba por los aires. Por suerte logré esquivarla a tiempo, y agarré una tabla la cual usé para deslizarme a través del alambre entre dos postes, uno de los cuales estaba en el suelo para descender, por desgracia calculé un poco mal y me ensucié con un poco de lodo al caer.

Mientras estaba en el aire tuve una visión que destrozó mi alma. El play de baseball, donde pasé tantos momentos felices de mi niñez estaba destruido. No podía quedarme con las manos cruzadas. Tomé una foto de la catástrofe y supe qué debía hacer: acabar con el tornado.

Llamé a Ra al cel y me dijo que el tornado estaba en el Loyola. Me vestí de negro y fui en su búsqueda. Lo encontré mientras hacía trizas el invernadero. Armado con mi navaja subí a la azotea del edifico principal y me lacé hacia el vórtice, haciendo que se encontraran mi daga con su corazón.

En eso llegaron los doctores Bill y Jo Harding, con su Dorothy IV, liberándolo en el centro del agonizante tornado y recopilando valiosa información al tiempo que se daban un romántico beso. Les tomé una foto.

Agotado, mientras caminaba de regreso a casa, observé todo el daño que había sufrido mi pueblo, el cual no volvería a ser el mismo. Al llegar a casa mami me recibió con lágrimas en los ojos y mi papá, con los suyos vidriosos, pero manteniendo el honor de hombre, me entregó su Masacre Dorado, la mayor distinción que puede tener un dajabonero. Habían visto mi hazaña en televisión en casa de un vecino que había comprado una planta eléctrica, un televisor de plasma y un satelite de vigilancia para mantenerse informado durante el desastre, que duró como tres horas.

10:00 PM

Esa noche, mirando las estrellas mientras pensaba en como no había habido pérdidas de vidas en mi familia, ni en el pueblo de hecho, aprendí mi lección: La cosas materiales debemos valorarlas más pues no sabemos cuando las perderemos.

Fin.

PD: La cámara no quizo funcionar, por eso no puse las fotos. Espero que me la arreglen pronto.

10 comentarios:

Ocaluí dijo...

El contenido de este post es estrictamente sarcástico y no refleja la verdadera experiencia del escritor durante el traumático suceso vivido.

Joan Espino dijo...

Hey men, excelente.. genial.. . muy bien Ocalui (porque la K se ve mal)

Sr. Presidente dijo...

wow... Men en serio wow... no c que puedo decirle mas que eso se puede tratar con algunos farmacos... Felicidades ya lo logro, la satira, ahora solo falta ver si es notada correctamente.

Joma dijo...

Hey!! (muahaha, yo lei esto antes de ser posteado) me gusto como termino! y la ensenianza que deja...MUY VALIOSA!

Ahora...comprate otra camara..no creo que la puedan arreglar o.o

Ocaluí dijo...

Johanna abusando de sus repentinos poderes de prediccion...

Joma dijo...

Claro! tengo que aprovecharme *-*.
Ocal, ahora mismo baja la cabeza que te pasara un murcielago por encima. (No preguntes como lo se...solo lo se)

Anónimo dijo...

Mierkina Oscar, es verdad que en la flia hay escritores, pero tu te pasas, jajaja! Pero bien si otros pueden craer sus historias pk tu no eh?

Ra!

Anónimo dijo...

Mierkina Oscar, es verdad que en la flia hay escritores, pero tu te pasas, jajaja! Pero bien si otros pueden craer sus historias pk tu no eh?

Ra!

Sr. Presidente dijo...

men, por que hay un murcielago volando sobre ti?.

Ocaluí dijo...

Creo q Johann no predice, sino que provoca las cosas... Aunque el guano debe ser bueno para el cabello...