#23: Titled Untitled

Y entonces me puse a escribir. Talvez emulando lo que hace mi mamá en el fregadero cuando echa agua caliente para despejar un poco los desperdicios que tiro o quizá más bien exponiendo un bloque de hielo al agradable sol del mediodía dajabonero, me fuerzo a realizar este oficio en el olvido de la escribidera.

Ocasionalmente publico en este espacio algún pedazo de materia fecal de mi sistema neurológico, algún garabato hijo de cinco minutos de ocio [de los miles que tengo], spin-offs de proyectos inconclusos [Ñemoman, por si no se llevan la idea], algún video que por casualidad encuentro en el ya imprescindible Youtube, o uno que otro relleno sin propósito, motivado por un clickeo impulsivo y falta de criterio. Cada cosa, con menor o mayor dedicación y cuidado, proveniente del mismo pana totao que ahora escribe esto.

Hace unos meses estuve en una tienda por departamentos, una de las dependientes, mientras realizaba el pago y con cara emocionada me miró a los ojos y me dijo: "Estuviste muy bien en el anuncio de Tricom". "Gracias"- le respondí. Este párrafo creo que no encaja de ninguna manera con el profundo texto que trato de sacar de mi interior, pero aún así lo escribí para recalcar el hecho de que me parezco al muchacho que hizo la publicidad de Tricom.

Haciendo retrospección, revisando en realidad todo el contenido de mi blog de manera cronológica, no pude evitar notar algo presente en cada uno de los posts y que me hace cuestionarme: "¿Qué carajos? [Realmente lo que pensé fue 'What the fuck?']".

Volviendo a lo que trataba originalmente, la influencia del dadaísmo en la producción agrícola de las zonas urbanas de la República Dominicana a principios del siglo XX desde la óptica precolombina australiana, "Mi mamá me mima, mi mamá me ama." es un cruel pero acertado inicio de una vida escolar fundamentada en mentiras.

Esta vaina [el blo] es un completo laberinto de detalles talvez inadvertidos de la naturaleza de un completo incomprendido que busca guardar parte de su presente en un modo particularmente exhibicionista pero efectivo.

Quien haya llegado a este punto en la lectura justifica su presencia aquí. No tiene criterio para discernir entre lo sustancial y lo absurdo, que por lo general van juntos y hay que tragarselos así. Aprovecho para agradecer a esos payasos por su apoyo y para prometerles más decepciones en mis publicaciones, para que se adecúen a la idea de que a esta página sólo le falta una goma en el techo de zinc para ser una completa letrina. Au revoir.

Apoyo al Kikujo [nuevo blogger] con sus poemas y loqueras:

Conversatorio con mi Duende

Y a mi precursor en el absurdo ahora dedicado a la nada, el Presidente:

Embutido para el Espíritu

A los que me faltaron, no pagaron payola, así que no jodan.

Pero lo más importante:

¡¡SALUDOS A JACQUELINE!!