27.5.09

#138: Virtual Virtue


Entre culebras y montes, madames y garçons, chichiguas y SNES, gran parte de esa supuesta infancia sufrida en el pequeño Dajabón se vio marcada por esa férrea educación en valores individuales y sociales que prima en aquellos lugares olvidados cuando se repartió el criterio en el mundo. Así, en alguna de esas clases de Formación Integral, Humana y Religiosa impartidas en ese colegio católico donde forjaron el hombre de bien que soy, llegamos una que otra vez al tema de las virtudes.

Una virtud, en un abierto uso del lenguaje, es la fuerza del individuo que le permite la toma de decisiones que le favorezcan, respetando al mismo tiempo el bienestar ajeno, logrando la concatenación de estos factores, en teoría, la consecución de cada fin individual sin afectarse negativamente cada participante. Es, en palabras más kantianas, el uso del imperativo categórico bajo clasificaciones delimitadas que permiten diferenciarlas entre ellas. A lo llano, es hacer las vainas bien para que el otro no te joda y te celebre lo jevi que eres.

Desde la antigüedad, gracias a la falta de oficio de Platón y a la difusión de su planteamiento en la cultura occidental [más el maniqueísmo cristiano], se maneja un set de virtudes, denominadas las Cardinales. Creo que hay un equipo de baseball que se llama así. Estas virtudes son: prudencia, justicia, templanza y fortaleza.

Como siempre, este blog pretende ser lumbrera de sabiduría para quien saque un minuto en su agenda, y con eso en mente analizaremos estos elementos, para aprehender su valor en nuestra conducta y seguir creciendo en lo espiritual, moral y genital. Vamos pues.

I. Prudencia

La prudencia es el manejo de la conducta y el lenguaje de una forma adecuada, literal y cautelosa, respetando así los sentimientos y libertades de los demás. Ser prudente es, para ejemplificar, serle infiel a tu pareja, pero tener el cuidado y la delicadeza de evitar que ésta se entere, evitandole disgustos y conflictos que le vendrían mal a la relación. La prudencia viene del ejercicio del sentido común.

II. Justicia

La justicia es la práctica de la equidad con los semejantes, siempre garantizando que cada quién obtenga lo que le corresponde dentro del bien común. Ser justo, por tanto, implica sacar tu porción del pastel, talvez dos, y luego repartir el resto con tus prójimos que no tuvieron suficiente oportunidad. Es la virtud cardinal que guía la vida política.

III. Templanza

La templanza es la lucha racional contra el exceso de placeres naturales, tales como la comida, bebida y sexo. Es el superyó contra el ello, todo en pos de la autoconservación y manteniendo los deseos dentro de los límites de la honestidad. Esta virtud implica considerar el cuerpo un templo, y mi recomendación personal es que ese templo sea en honor a Baco.

IV. Fortaleza

La fortaleza consiste en rehuir del temor y ser firme en la consecución de las causas propuestas, si éstas implican un bien. Es una de las virtudes más provechosas, como pueden confirmar Juana de Arco, Gandhi, Martin Luther King Jr., y Caamaño. La fortaleza resulta del ejercicio de las emociones... O del pago de una matrícula en el gimnasio.


Con estas cuatro simples guías hacia la moral cualquier situación encuentra respuesta. Deja que tus virtudes crezcan en ti como la pierna de alguien con elefantiasis y demuestres cómo eres mejor que los demás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con un cavallo
Vanno avanti
In questa grande oscurità
sarah n jan

Rosa dijo...

oooooooooooocaaaaaaaal cuanto tiempo q no posteabas!!!

extraniaba tus posts :(
sigue alimentandonos con esas dosis de sarcasmo y no nos dejes tanto tiempo sin saber de ti *O*